Llegamos al matadero, nos proporcionaron el equipo y salimos en busca de la aventura. Preguntamos cuándo había sido la última vez que se habían comido a un turista (esperábamos que la respuesta fuese nunca) y nos dijeron, la última hace 10 años…
El día estaba tranquilo, un poco nublado pero caluroso. Después de 20 minutos llegamos al punto de inmersión… a ver quien iba a ser el guapo que saltase primero!?
Trajes puestos, al agua. Apenas entrabas al agua, y mirabas para abajo (porque si, todos miraban rápido al fondo) veías muchos peces nadando en circulo debajo nuestro… Acto seguido descendíamos por una soga que nos marcaba el camino al sitio donde iban a alimentar a los tiburones y demás peces.
La tensión fue disminuyendo a medida que veíamos mas y mas tiburones. Nos pasaban a menos de 1 metro, podíamos tocarlos (cosa que estaba prohibida si querías seguir conservando la mano), estábamos a 24 mts de profundidad y a su merced… comían las cabezas de atún que les daban de un bocado y sin inmutarse, su fuerza y poderío se podía entrever, te dabas cuenta de que ahí debajo son ellos los que mandan.
Una vez terminado el 1º buceo, descansamos un poco en la superficie y nos volvimos a meter. Esta vez estuvimos un rato observándolos y luego buceamos por un barco hundido y las proximidades de él.
La experiencia fue única, totalmente recomendable. Salimos todos alucinando de lo que acabábamos de vivir…
Disfruten con el video.
Vinaka!!
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